Fácil acceso a armas en EE. UU. y comercio negligente causan violencia que trasciende fronteras

Tal cultura, agregó, es "alimentada por la industria cinematográfica, los videojuegos y aplicaciones para teléfonos móviles. Hace que aquellos que no son muy estables emocionalmente puedan perder los límites entre la ficción y la realidad, y usen las armas sin plena conciencia del daño que están haciendo".

El especialista en justicia criminal Gerardo de Lago también ve un "claro componente cultural" en la violencia en Estados Unidos.

"Es una sociedad acostumbrada a la violencia como método de recomponer la justicia. El uso de la violencia, incluso a nivel militar, está justificada como una manera de ajustar la justicia", dijo a Xinhua.

Respecto a la violencia armada, recordó que "hay una segunda enmienda constitucional que es sagrada para algunos y autoriza la tenencia para defenderse incluso del Gobierno".

"Está dentro del proceso social el uso del arma como algo aceptable", sentenció de Lago, para quien, al igual que para los otros expertos, la situación está lejos de cambiar por las dificultades para legislar en Estados Unidos a favor de un mayor control de armas.

En opinión de ellos, el poder de los fabricantes y distribuidores, y de los lobbies que defienden sus intereses en Washington, dificulta incluso que se regule el número de municiones o la venta de rifles cuya capacidad excede en mucho la mera autodefensa y protección de la propiedad.

Por ese poder, Benítez se mostró escéptico de que la demanda de México triunfe jurídicamente. Sin embargo, ponderó, "cobra mucho valor" en el contexto de la discusión pública que se abre tras el aumento de los tiroteos masivos en Estados Unidos.

"Son necesarias demandas como la de México porque traen a la opinión pública información relevante del daño que se causa con el trasiego de armas y la falta de control, incluso más allá de Estados Unidos", concluyó.