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Brotes de bambú con pato

criPublished: 2019-09-02 15:12:58
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En cuanto a este alimento, se transmite la siguiente historia. Según se dice, en el periodo de los Tres Reinos (220-265), en el reino de Wu había un hombre que se llamaba Meng Zong, era un hijo muy sumiso, se han catalogado a 24 hijos sumisos de la antigua China. Después de que su madre muriese, su padre tomó a otra mujer, pero no por mucho tiempo, ya que su padre también murió. La madrastra le trataba muy mal, lo golpeaba y a menudo no le daba de comer, sin embargo, él nunca se quejaba, se sometía mansamente a la opresión y era muy dócil, se dice que él sufría de amor filial por su madrastra.

Un día en pleno invierno, hacía un viento tan frío que parecía cortarlo todo, el cielo estaba nublado y el suelo estaba cubierto de nieve. La madrastra fingió estar enferma, porque quería darle problemas a Meng Zong y le dijo “Querido Zong, estoy muy enferma, no tengo apetito, solo quiero comer brotes de bambú, date prisa, recoge brotes de bambú para mí.” Meng Zong no rechazó el mandado y fue a buscar en el bosquecillo de bambúes. El bosquecillo de bambúes estaba cubierto de nieve, él apartó la nieve, pero no encontró nada, al final excavó todo el bosquecillo, pero no vio ni su sombra. Estaba tan ansioso que lloró a mares. Él lloraba de día y noche, hasta que todo su cuerpo quedo entumecido, estaba ronco de tanto llorar y tan hambriento que le gruñía el estómago. El lloriqueo de Meng Zong conmovió a un Dios, que le ordenó al Dios de la tierra acelerar el crecimiento de los brotes de bambú. Meng Zong continúo llorando, hasta que la nieve se derritió y los bambúes se tambaleasen. De repente, sintió que bajo de sus pies había algo que sobresalía de la tierra. Lo tocó y encontró brotes de bambú, Meng Zong dejó de llorar, pasando de la preocupación a la alegría. No se atrevió a demorarse y se dirigió a su casa. Después de regresar a su casa, dijo a su madrastra “estoy indispuesta, vuelve más tarde.” Al ver que Meng Zong llevó tantos brotes de bambú, su madrastra estaba muy sorprendida, pensó que él no pudo coger tantos brotes de bambú en pleno invierno, debía estar bendecido por algún Dios, desde entonces la madrastra no se atrevió a maltratarle nunca más.

En realidad, que los brotes de bambú crezcan en pleno invierno es una propiedad específica del bambú. Sin embargo, en aquel tiempo los brotes de bambú se enterraban en la tierra, no eran fáciles de descubrir.

Un proverbio agrícola dice que el brote de bambú invernal y el brote de bambú primaveral son de la misma raíz, se llaman diferentemente de acuerdo con las diferentes estaciones. Cuando viene la primavera, el brote de bambú invernal se desentierra y se convierte en brote de bambú primaveral.

Ingredientes:

Carne de pato… 1000gr

Jamón cocido… 75gr

Brotes de bambú… 75gr

Hongos remojados… 75gr

Brotes de bambú verde… 50gr

Caldo de gallina*… 500ml

Puerro… 5gr

Pimienta blanca molida… 2gr

Manteca de gallina… 5gr

Manteca de cerdo… 25gr

*Caldo de gallina: poner una gallina y un pato ya limpios en una cacerola grande, agregar un pernil de cerdo (750 gramos), 5 litros de agua y 3 gramos de sal, cocinar al vapor durante 2 horas, luego sacar todas las carnes de la cacerola y solamente se utilizan 5 litros del caldo que se concentró en la olla.

Preparación:

Cocinamos la carne de pato en agua, la deshuesamos y la cortamos en lonjas de 50 mm de largo y 6 mm de ancho, además cortamos el puerro en trocitos.

Lavamos bien los hongos, quitamos el tallo, luego cortamos los hongos, el jamón cocido y los brotes de bambú en lonjas de 50 mm de largo y 3 mm de ancho, pero con los brotes de bambú verde se hacen tirillas muy finas.

Con las tirillas de los brotes de bambú verde se atan 4 lonjas de carne de pato, dos de jamón cocido, dos de brotes de bambú y dos de hongos, hacemos 24 atados como este, luego los acomodamos en un recipiente, condimentamos con manteca de cerdo derretida, un poco de sal y 250 gramos de caldo de gallina, posteriormente incorporamos los huesos y cocinamos al vapor por cuarenta minutos.

Quitamos los huesos, vertemos el caldo del recipiente en una cazuela y acomodamos los haces de pato en una sopera grande, dándoles delicadamente una vuelta. Adicionalmente hay que recordar que las tirillas de bambú utilizadas en las ataduras también se comen.

En dicha cazuela agregamos y dejamos hervir 250 gramos de caldo de gallina, espumamos y le echamos un poco de sal y puerro en trocitos. Volcamos todo en la sopera grande, esparcimos la pimienta molida y rociamos la manteca de gallina derretida.

Ya está listo. ¡A la mesa!

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