Las telenovelas chinas en el exterior
Por DANG XIAOFEI
Daniela Alarcón, una joven chilena de 25 años, no podía despegar los ojos de su computadora cada vez que veía Love O2O, una telenovela romántica china que se proyectó el año pasado y que fue muy popular entre los jóvenes. A ella le gustó también el drama de época Nirvana en llamas, cuyos dos actores principales, Hu Ge y Wang Kai, se han convertido en sus nuevos ídolos.
“Me gustó mucho la telenovela Love O2O porque narra historias románticas de un grupo de estudiantes de computación, y yo también curso esta carrera”, menciona Alarcón con una sonrisa. “La telenovela mostraba la vida diaria, los juegos en línea que usamos, pero el amor y el romance siempre estaban en primer plano”.
Alarcón comenzó su “romance” con las telenovelas chinas a los 16 años. A diferencia de las latinoamericanas -dice ella-, las telenovelas chinas siempre tienen argumentos interesantes y atractivos, y no se someten a las fórmulas convencionales. “Tengo muchos amigos a los que les gustan las telenovelas chinas”, asegura Alarcón, quien vino a China en enero pasado para aprender el idioma y, como deseaba, siente que ha entrado en el “paraíso de las telenovelas chinas”.
Los dramas de época son muy bien acogidos
Alarcón es una firme seguidora de las telenovelas chinas de época, que cada vez son más acogidas en el extranjero. Nirvana en llamas es un buen ejemplo. Según el productor del drama, la telenovela ha recibido un número considerable de pedidos de transmisión en Corea del Sur, EE. UU., Singapur, Malasia y algunos países africanos.
“Los dramas de época han sido siempre importantes productos televisivos de exportación, sobre todo, los de temas históricos”, sostiene el crítico cinematográfico chino Zeng Nianqun. “China tiene una larga historia y su cultura es rica y misteriosa, muy atractiva para la región de Asia-Pacífico y otras regiones del mundo”. En la década de 1980, las telenovelas chinas comenzaron a ingresar en los mercados extranjeros con series históricas como El reino de Yongzheng, El reino de Kangxi y El romance de los tres reinos, e incluso llegaron hasta EE. UU. En estos últimos años han tenido gran acogida Emperatrices en el palacio y La leyenda de Miyue.
Cabe mencionar que entre los dramas de época, los de kung-fu, sobre todo los del escritor taiwanés Louis Cha, conocido con el seudónimo de Jin Yong, tienen muchos fanáticos en el extranjero. “El kung-fu tiene mucho significado cultural en China. Estos dramas siempre combinan el kung-fu con la cultura tradicional china, incluyendo la parte misteriosa sobre la inmortalidad, que a los extranjeros les parece interesante, curiosa y divertida”, sostiene el director y guionista Cao Ji. A su parecer, la popularidad de estos dramas no puede ser desligada del renombre de estrellas de artes marciales como Jackie Chan, Bruce Lee y Jet Li.
Los aficionados extranjeros se esfuerzan mucho para no perderse los episodios de las telenovelas. Hay quienes han organizado agrupaciones que esperan la salida de un nuevo capítulo y se encargan de subtitularlas rápidamente. En el mayor sitio web de EE. UU. sobre telenovelas asiáticas, Viki.com, podemos encontrar con facilidad la página específica de Nirvana en llamas, con los subtítulos hechos por estos voluntarios. En el espacio de críticas, los espectadores comparten opiniones animadamente. Fiona Shaw, una seguidora estadounidense, escribió: “Me gusta más la concubina Jing en Emperatrices en el palacio, porque puede mantenerse alerta y tranquila, y se comporta muy sabiamente cuando conversa con el emperador y otras concubinas”.
Además de los dramas de época, las historias modernas urbanas y las de familia son también muy acogidas. A la peruana María Esther Chía le encanta la comedia Familia con niños. “Tiene mucho humor y es relajante. Gracias a ella se puede conocer más sobre la vida diaria de los chinos y aprender su idioma”.