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Analista en México considera que hay una rebelión dentro de América Latina frente a EE. UU.

criPublished: 2022-06-06 13:51:01
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Estados Unidos ya inició el envío de invitaciones a los países de la región para que asistan a la próxima Cumbre de Las Américas a realizarse en Los Ángeles, California durante el mes de junio. La petición hecha por Andrés Manuel López Obrador de invitar a naciones como Venezuela, Nicaragua y Cuba sigue sin respuesta directa por parte del Gobierno de Joe Biden, mientras analistas creen que lo que hoy vive América Latina es una rebelión interna contra los Estados Unidos.

Han pasado más de 20 días desde que Andrés Manuel López Obrador condicionó su presencia en la Cumbre de Las Américas. Insiste en que Cuba, Nicaragua y Venezuela deben ser invitados a la novena Cumbre de Las Américas a realizarse en territorio estadounidense o de lo contrario no irá. Enviará en representación de México a su canciller, Marcelo Ebrard.

"Pues todavía estoy esperando que se giren las invitaciones a todos los países de América para que, en efecto, sea una Cumbre de las Américas para que no se excluya a nadie. Entonces, ¿va a ser la Cumbre de las Américas o va a ser la cumbre de los amigos de América? porque si se excluyen, de qué continente son esos países. ¿No son de América? o que le cambien el nombre", destacó Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

AMLO confía en que el retraso de una respuesta desde la Casa Blanca estaría marcado por la coyuntura dentro de los Estados Unidos. Expertos en diplomacia creen que México está entrando en una confrontación que no le pertenece.

López cree que su posición no afecta las relaciones políticas ni comerciales con los Estados Unidos que hoy gozan de buena salud. Desde el análisis aseguran que su posición es política con aires de integración. A la vez recuerdan que sería la Cumbre de Las Américas quien se ha desviado del sentido original cuando buscaba la formación de un área de Libre Comercio regional postguerra fría, pero que hoy pretende tomar el espacio perdido por la Organización de Estados Americanos en el diálogo de paz regional.

"Lo que estamos viendo es una, pues yo creo, que una especie de rebelión dentro de América Latina, frente a los Estados Unidos. Creo que ya la idea de que América Latina es el patio trasero de los Estados Unidos ya no se sostiene. Hay fuerzas políticas, digamos, en este caso de una izquierda hasta cierto punto radical, que ponen en cuestión ese dominio", dijo José Luis León Manríquez, profesor investigador, Universidad Autónoma Metropolitana.

"Yo creo que el problema de fondo es que, a diferencia de Europa, en América Latina carecemos de mecanismos para elevar la calidad de los países menos favorecidos y estas cumbres, si bien han generado atención sobre algunos asuntos de la agenda pública, pues tampoco han llevado a la construcción de instituciones, como sí es el caso de Europa, en las que puedan mejorarse, efectivamente, la condición de vida de los países de América Latina. Por lo tanto, las cumbres de las Américas, pues más bien suelen ser una exposición", agregó el profesor.

El pronóstico no sería alentador sobre la convocatoria de presidentes a Los Ángeles. Hasta el momento diez naciones han confirmado su presencia, otros dos países no han tomado una decisión y siete, incluyendo a Cuba, Venezuela y Nicaragua, serían los que condicionan su llegada o que definitivamente dejarán la silla vacía en dicha cumbre. Esto, sin contar a los representantes del Caribe que también, en su mayoría, están en duda.

"Mucha de la hegemonía de los Estados Unidos en América Latina tenía lugar a través del comercio, porque los Estados Unidos era un socio comercial muy importante o el principal socio comercial de la mayor parte de los países latinoamericanos, pero ¿qué ha sucedido en los últimos 20 años? Que China ha tenido una presencia, una entrada muy vigorosa desde el punto de vista comercial en América Latina y ahora es el primer o segundo o tercer socio comercial de prácticamente todos los países de la región", expresó José Luis León Manríquez.

Piensa que México estaría retomando la vieja política internacional que contradecía, en ciertas situaciones percibidas como imperialistas, a su vecino del norte y complacer, además, a la tendencia de izquierda de la tradicional tolda política de gobierno en ese entonces, el Partido Revolucionario Institucional, PRI. Nunca ha condenado a Cuba, rechazó la guerra de Vietnam, dio dinero a la revolución sandinista en Nicaragua entre otras posiciones capaces de disentir frente a la Casa Blanca.

Sobre si el presidente Biden cederá ante la petición de López Obrador, es un tema incierto, pero el que lo haga o no, para el mandatario estadounidense sería una derrota. Si los invita podría ser visto como débil ante naciones que cuestiona y califica como dictaduras, pero si no lo hace, y varios líderes dejan de ir, Estados Unidos demostraría que ha perdido poder sobre la región. Por lo pronto, AMLO sigue indeciso, pero dice, no tiene prisa.

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