Instituto Sou da Paz habla sobre tiroteos en EE. UU. y la posibilidad de este tipo de tragedias en Brasil
Los tiroteos que habitualmente se producen en Estados Unidos se deben, entre otros motivos, al racismo estructural que desde hace siglos hay en la sociedad estadounidense, algo que todavía no se ha logrado erradicar y que actualmente se mezcla con una cultura de la violencia y una gran circulación de armas que hay en el país, según explicó a CGTN la abogada y socióloga brasileña, Carolina Ricardo, directora ejecutiva del Instituto Sou da Paz, una organización de la Sociedad Civil de Interés Público. En una entrevista concedida a CGTN, Ricardo abordó las causas que provocan los tiroteos recurrentes que hay en los Estados Unidos y alertó sobre la situación que hay en Brasil, donde la flexibilización del porte de armas realizada en los últimos años ha provocado un notable incremento de armas a manos de la población.
"Es la historia de Estados Unidos, desde siempre la historia de la violencia racial en los EE. UU. es de una separación muy fuerte entre blancos y negros, la propia existencia del Ku Klux Klan en el pasado, me parece que los supremacistas blancos son como una herencia de la manera como la sociedad americana se conformó como sociedad, hay una cantidad enorme de personas que son racistas y no aceptan que las personas negras tengan los mismos derechos, que sienten que las personas negras, los latinos, los inmigrantes, llegaron para robarles el derecho de vivir en su tierra, de trabajo, y con el tema de la violencia y la libertad individual, que tener una arma es un derecho que nadie les puede tocar, es como una receta explosiva, con las armas, con la violencia vestida de libertad, tenemos un caldo muy explosivo que vincula racismo con el uso de armas, con violencia, y la idea de supremacía blanca, pero tiene relación con la historia de como Estados unidos se formó como pueblo y nación", dijo Carolina.
La experta brasileña también se refirió a otros motivos que ayudan a explicar estas tragedias que tan a menudo se producen en los Estados Unidos.
"Sabemos que la violencia tiene una violencia cultural. El tema de los mass-shootings, que los EE. UU. viven desde hace años, es algo que tiene mucho que ver con esta cultura de violencia, tiene mucha relación con la manera con la que la juventud norteamericana se involucra con el tema de las armas, hay motivaciones raciales y religiosas en muchos de los casos…es algo que está muy conectado con la manera de vida norteamericana. Lo que me parece que tiene este tipo de violencia es que está conectada hoy en día con el aumento de la conexión a internet, de la sociabilidad de la juventud, que es más virtual y se alimenta de esta violencia creciente, y me parece que está llegando a todos los países, incluso Brasil", añadió Carolina.
Sobre Brasil, Carolina Ricardo alertó del peligro que puede suponer en el futuro la flexibilización de armas que ha realizado el gobierno de Jair Bolsonaro desde que asumió el poder hace cuatro años.
"La situación de las armas en Brasil es muy preocupante. Desde que asumió la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro ya promulgó más de 40 normas, entre decretos y otros reglamentos, para facilitar el acceso a las armas de la población civil. Esta es una bandera de Bolsonaro, ya lo era antes de las elecciones, y realmente, de hecho, es algo que el gobierno federal tiene como gran objetivo. Cuando digo que son más de 40 normas y reglamentos, son autorizaciones como facilitar muchísimo que un ciudadano que quiera una arma para su defensa, la pueda comprar sin probar su necesidad real. Otro ejemplo tiene relación con la cantidad de armas. Hoy, por ejemplo, un tirador deportivo o alguien que quiera empezar mañana a practicar tiro deportivo, puede comprar 60 armas, 30 de uso restringido, como fusiles, y 30 pequeñas, como pistolas. Es una cantidad enorme de armas con una potencia gigantesca también. Esto son ejemplos de como se ha facilitado el acceso a las armas en Brasil", dijo Carolina.
Carolina Ricardo recordó que Brasil tenía el año pasado más de un millón de armas en manos de los civiles, y este año había más de 500.000 tiradores deportivos con acceso a las armas.
"Es algo muy grave en nuestro país porque ya sabemos que esta facilidad de circulación de armas genera impactos importantes en la seguridad pública. Sabemos que las grandes armas del crimen organizado llegan por la frontera, pero gran parte de las armas que están en manos de los criminales tienen origen legal, fueron comercializadas dentro de Brasil. Si hay nuevas fuentes de armas, gente que puede comprar hasta 60 armas, es natural que el crimen organizado tenga nuevas fuentes para obtener armas. Vimos una cantidad de armas compradas legalmente, por tiradores deportivos, que son vendidas al crimen organizado, es decir, el crimen organizado tiene una fuente más para abastecerse de armas", señaló Carolina.
Además del crimen organizado, la mayor circulación de armas se ha traducido en un aumento de muertes de mujeres por violencia doméstica, y según Carolina Ricardo, podrían ser también usadas por los seguidores de Bolsonaro con motivaciones políticas, de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
"Otra consecuencia importante es en el crimen propiamente dicho, hemos observado que la muerte de mujeres en su hogar ha aumentado por armas de fuego, lo que indica que las armas en las residencias, en los hogares, han sido utilizadas para violencia doméstica, contra la mujer. Y por fin, hay un riesgo real, que hemos monitoreado, que este nuevo ejército armado que hay en Brasil también puede usar las armas con motivación política. Todo el discurso púbico del presidente Jair Bolsonaro es de legitimación del uso de las armas con finalidades políticas, algo muy parecido a lo que pasó en el Capitolio de EE. UU. el año pasado, es algo que puede pasar. Bolsonaro hace un esfuerzo de deslegitimar el proceso electoral y de repente, con esta cantidad de defensores con acceso a las armas, puede ser que algo pase en este sentido. Me parece que la situación de Brasil, con la ampliación del acceso a las armas, puede tener consecuencias graves. Lo que pasó en Texas es muy preocupante, en Brasil ya vivimos dos casos similares, en dos escuelas de Río de Janeiro y Suzano, pero no es algo tan común. Me parece que el mayor riesgo de las armas en circulación en Brasil tiene más relación con el riesgo democrático, el riesgo de seguridad púbico y el riesgo en el aumento de los crímenes", dijo Carolina.
Brasil todavía recuerda traumatizado los tiroteos que hubo en una escuela de Río de Janeiro, en 2011, y que dejó 13 muertes, y más recientemente, en una escuela de Suzano, en la región metropolitana de Sao Paulo, donde murieron 10 personas. Un estudio reciente del Foro Brasileño de Seguridad Pública muestra que el 71 por ciento de los homicidios en el país son por armas de fuego. Entre 1980 y 2016, más de 910.000 personas murieron en Brasil por armas de fuego.