¿Quién es el fantasma que vagabundea sobre el Pacífico Sur?

"Un fantasma vagabundea sobre el Océano Pacífico. No nos referimos a China, sino a nosotros". Hace unos días, el "Guardian" británico publicó un artículo criticando la reacción exagerada de Estados Unidos y Australia ante la firma de un acuerdo de marco de cooperación de seguridad entre China y las Islas Salomón.

Durante los últimos días, Estados Unidos y Australia han hecho todo lo posible para obstruir la cooperación normal entre China y las Islas Salomón. Desde la parte australiana que envió funcionarios de alto nivel a las Islas Salomón para hacer gira de propaganda y obstrucción, hasta Kurt Camphbell, coordinador de asuntos del Indo-Pacífico del Consejo de Seguridad Nacional de los EE.UU., fue allí a ejercer presiones para provocar confrontación, Estados Unidos y Australia alternando la intimidación y soborno, las calumnias y el mancillamiento contra la cooperación de China y las Islas Salomón no se han detenido ni un momento.

Como país soberano en el Pacífico, las Islas Salomón, sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo, coopera con China en las áreas de mantenimiento del orden social, protección de la vida y la propiedad de las personas, asistencia humanitaria y respuesta ante desastres naturales, ¿Cómo podría esto desencadenar el descontento de EE. UU. y Australia?

Estados Unidos y Australia nunca han considerado a los países insulares del Pacífico como las Islas Salomón como Estados soberanos, sino como su patio trasero. Desde la perspectiva de Estados Unidos y Australia, debe depender de ellos decidir con quiénes quieren cooperar los países insulares del Pacífico y con quiénes no. En esencia, esto es colonialismo y pensamiento hegemónico en acción.

Ya en la década de 1870, unos 19.000 residentes de las Islas Salomón eran "esclavos del azúcar" en las plantaciones de caña de azúcar en Queensland, Australia, y sufrían crueles abusos y trabajos forzados. Esta mentalidad colonial y el racismo están profundamente arraigada en los huesos de los políticos australianos. Después de la Segunda Guerra Mundial, Australia aumentó su gestión y control sobre las Islas Salomón, afirmando ser el "padre de la familia del Pacífico Sur".

Estados Unidos formuló la "Doctrina Monroe" ya en 1823, catalogando abiertamente América como su esfera de influencia y ejerciendo fusiones y expansiones. Hoy, Estados Unidos quiere aplicar esto a los países del Pacífico Sur. Especialmente después del establecimiento formal de relaciones diplomáticas entre China y las Islas Salomón en junio de 2019, la cooperación entre los dos países ha seguido progresando, lo que ha inquietado a Estados Unidos y Australia. Constantemente calumnian y difunden rumores, hacen todo lo posible para difamar la cooperación de seguridad entre China y las Islas Salomón, y pregonizar la llamada "amenaza de China". El "Capitol Hill" estadounidense señaló que esta conspiración geopolítica representa una respuesta obsoleta e incluso paranoica de Estados Unidos y Occidente a la creciente influencia de China en la región del Pacífico.

Lo que los EE. UU. y Australia deben reflexionar es por qué han hecho todo lo posible para la destrucción, pero no pueden detener la voluntad de los países insulares del Pacífico, como las Islas Salomón, de cooperar con China. Debido a que la cooperación de China con estos países es equitativa y mutuamente beneficiosa, y no impone ninguna condición política, realmente ayuda a mejorar la vida de la población local. Después del brote de la pandemia de nuevo coronavirus, China ha brindado activamente asistencia anti-epidémica a los países insulares del Pacífico. En mayo del año pasado, las Islas Salomón fueron el primer país insular del Pacífico en recibir la vacuna china en todo el país.

Todo tipo de malos comportamientos han hecho que Estados Unidos y Australia sean impopulares en el Pacífico Sur. Deben dejar de lado su anticuada "Doctrina Monroe" y su mentalidad colonial y respetar los intereses soberanos de los países insulares del Pacífico, como las Islas Salomón. El espectro que amenaza a otros países con tomar partido y destruir la paz regional debe desaparecer del cielo del Pacífico Sur lo antes posible.