China aplicará estrictas normas para los nuevos proyectos de construcción a cargo de agencias del Partido Comunista de China (PCCh) y el gobierno a partir del 1 de diciembre de 2017, según un decreto publicado hoy viernes por el Consejo de Estado y firmado por el primer ministro, Li Keqiang.
Se han impuesto estrictos controles sobre la construcción, la expansión, la renovación y la adquisición de salas y edificios por parte de las agencias del Partido y el gobierno, así como de las organizaciones financiadas por la hacienda central.
Se prohibirá la construcción de cualquier recinto para recepciones que ofrezca alojamiento y salas para conferencias, y no se permitirá que se construyan edificios de oficina camuflados con otros propósitos, estipula el decreto.
China intensificará el control de la aprobación y financiación de nuevos edificios de oficinas. El mantenimiento de los mismos deberá regirse estrictamente por los procedimientos de aprobación y los estándares existentes. No se permitirá el derroche en las instalaciones y la decoración.
El gobierno suspenderá los proyectos de construcción ilegales y castigará a los implicados.
El Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado prestan gran importancia al control de los nuevos edificios como parte de sus esfuerzos por aplicar el código de frugalidad de ocho puntos adoptado en diciembre de 2012.